Pinocchio y los recuerdos del baúl

Recuerdos de un encuentro;  El mío y el de Él [Pinocchio].

Era el año de 1999 un par de meses antes de que mi hijo naciera, su  abuela paterna se iba de viaje a Europa, la iglesia  hacía un viaje a Roma por lo del año del jubileo,  todo esto es, porque al ver aquella marioneta descolorida por el paso del tiempo metido en el viejo baúl, recordé aquel momento en el que ella se fue a recorrer aquellas tierras Europeas,  y de regalo una de las cosas que le trajo a mi hijo, sin  aun  haber nacido, fue precisamente una marioneta hecha de madera con un  alegre colorido, vestido de tela, con su  larga nariz y una sonrisa de "oreja a oreja", si, precisamente lo que le había traído de su viaje,  fue un Pinocchio.

     Pinocchio paso sus mejores momentos entre las manos de mi hijo, colgado de su cuna y a veces sentado en su juguetero, pasaron los años y Él seguía entre nosotros, sus colores aun eran alegres, su ropa ya deslavada, los hilos le fueron cortados, y su sonrisa como aquella nariz seguían aun en su sitio, hace meses, al hacer limpieza de cosas, juguetes de todos tamaños yacían dentro de las cajas que iban  para ser donadas y otras  vendidas, mi hijo tomo a Pinocchio entre sus manos, yo me le quedé observando, -mamá, crees que se le pueda arreglar su nariz y su pierna derecha? -Si hijo, si se puede, entonces el suspiro y dejo a su viejo Pinocchio sobre la cama, lugar en el que por muchos años junto con Woody su viejo vaquero   permanecen muy cerca de  Él.

Hoy vuelvo a reforzar estas dos frases» "Al final preservaremos sólo lo que amamos, amaremos sólo lo que entendemos y entenderemos sólo lo que nos han enseñado" "Dale valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan..."
[de Baba Dioum y Gabriel García Márquez]